Llegó la nieve a nuestras montañas.
La vuelta de hoy ha estado marcada por el blanco elemento.
La temperatura era soportable,pero a la vuelta una granizada de perdigones de hielo,nos hizo
pasar un mal rato.
En principio estamos en la parrilla de salida los de siempre,con oscuridad en el cielo.
Ponemos rumbo a Murillo,pasndo por las bodegas de Alberite.
Hasta la primera parada en la fuente,llevamos un ritmo muy vivo,protagonizado por el duro de Carlos.
Continuamos por caminos hasta la carretera de Ventas,donde comienza la larga y ascendente cuesta
de los almendros.
Aquí se marcan las diferencias de cilindrada.
Carlos y Juanfran suben mano a mano los primeros,seguidos de Valeriano.
A continuación llego yo también al cruce de Santa Cecilia,alto de Cenzano por donde se tiran con parapente.
Posteriormente llegan Eduardo,y luego Miguel,que respondería muy bien en la segunda parte.
Continuamos por la pista hacia Santa Cecilia.
Bajamos al barranco del río Salado,y llegamos al cruce de Santa Cecilia,donde tiramos a la derecha rumbo a nuestra meta.
La nieve ya ha hecho aparición,y subiendo todo va bien.
Finalmente,tras un tramo de pista,llegamos a la ermita,donde nos echamos la foto y regresamos por donde vinimos.
La vuelta es un poco más peligrosa,ya que el estado de la pista es deslizante,y el frio se apodera
de nuestros cuerpos,deseando a toda costa coger cuesrta arriba.
Finalmente bajamos por la cuesta de los almendros,y volvemos por Ribafrecha.
Decidimos ir por carretera,y una tormenta de granizo hace aún más dura la etapa.
Llegamos a Logroño a las 12:30 con 70 km de dureza extrema.
Hemos estado de nuevo a la altura,y lo más importante sin ningún percance.
No hay vermut,ya que estamos mojados y con frío en los huesos,deseando entrar en la ducha.
Hasta la próxima.
El video capta la dureza de las condiciones,superadas por nuestras piernas una vez más.
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